Sábado santo por la mañana, 6:00h y 9 graditos para el cuerpo, por suerte llevo guantes y puff.
Todo ha sido rápido, ya estaba preparado.
Bajo a la calle y el frío me da la bienvenida y mi subconsciente me dice: en serio? Pues claro que sí, es lo que toca y ahora que después de tantos años sin correr he conseguido sacar esa fuerza escondida, no voy a parar. De modo que empiezo mi trote inicial, un poquito de subida, y las piernas ya están sueltas. Aún no ha amanecido, el cielo está nublado y apenas hay nadie por la calle. Que paz, que tranquilidad.
Ya llegará el momento de ritmos, cadencias, potencias y demás.
Ahora lo que importa de verdad es mi cuerpo y mente. La mente lo mueve todo. Sin una mente fuerte el cuerpo no responde.
Y bueno, para terminar esta entrada os deseo salud y kms!
Un fuerte abrazo compañer@s!!